Durante los primeros ocho meses de 2024, las ventas de vivienda en Barranquilla y su área metropolitana crecieron 36%, con un incremento significativo del 77% en el segmento VIS, según datos de La Galería Inmobiliaria.

Con esos registros Barranquilla supera ampliamente a Bogotá, que tuvo un aumento del 3%; a Medellín, que presentó un incremento del 20% en el total de ventas; e incluso a Cali, con un 39% de crecimiento en este mismo segmento.

Este comportamiento se debe, en gran medida, a la dinámica de crecimiento de Barranquilla, a la estabilidad jurídica que ha logrado mantener para atraer y promover la inversión de grandes capitales y a la confianza que generan proyectos como Ciudad Mallorquín, un desarrollo urbanístico inclusivo y sostenible que hoy tiene un peso importante en el mercado inmobiliario del Atlántico y que se ha consolidado como un referente para la construcción de vivienda VIS. 

A la fecha, en Ciudad Mallorquín se han vendido cerca de 10.000 apartamentos de los 16.000 que integrarán la unidad residencial. Y alrededor de 1.000 familias ya están habitando sus inmuebles. 

Ciudad Mallorquín está ubicado estratégicamente en el municipio de Puerto Colombia y ofrece apartamentos desde 135 salarios mínimos legales vigentes, por lo cual ha logrado captar la atención de miles de familias que han encontrado allí una propuesta de valor basada en un urbanismo de primer nivel y una oferta de vivienda que prioriza la accesibilidad y el bienestar de sus habitantes. 

Con las 16.000 viviendas que integrarán esta unidad residencial, de las cuales 14.200 corresponden al segmento VIS, Ciudad Mallorquín se destaca como uno de los principales desarrollos del Atlántico, contribuyendo de manera significativa a la estabilidad del mercado inmobiliario en la región. El éxito de este proyecto se debe a su ubicación privilegiada, que combina la proximidad a la ciudad de Barranquilla con un entorno natural y tranquilo, y a la oferta de servicios comerciales, de entretenimiento, transporte y espacios públicos de alta calidad. Esto le ha permitido al proyecto posicionarse como una opción atractiva para familias que buscan un hogar con excelentes condiciones de habitabilidad y una calidad de vida superior. 

Los proyectos de vivienda son promovidos por 10 de las constructoras más importantes y reconocidas del país: Amarilo, Colpatria, Constructora Bolívar, Conaco, Constructora Apiros, Conaltura, Arquitectura & Concreto, Prodesa, Marval y Obycon. Esta característica ha generado una dinámica positiva en la venta de viviendas y ha fortalecido la confianza de los compradores.

Ciudad Mallorquín contribuye así al fortalecimiento del mercado inmobiliario del Atlántico y tendrá un impacto significativo en la economía local, al replicar el exitoso modelo de desarrollo urbano que Grupo Argos ha implementado en Barranquilla durante los últimos 40 años. Este modelo ha impulsado el crecimiento de zonas emblemáticas como Buenavista, Villa Carolina y La Castellana, entre otras, donde se han desarrollado 925 hectáreas que hoy son el hogar de más de 80.000 familias que aportan el 33% del recaudo predial del municipio. 

Con la ejecución de Ciudad Mallorquín, se espera duplicar el recaudo predial de Puerto Colombia, promoviendo así un crecimiento ordenado y sostenible, que permitirá al municipio aumentar su capacidad de inversión en infraestructura y servicios para sus habitantes.

La importancia de proyectos como Ciudad Mallorquín radica no solo en su capacidad para atender la demanda de vivienda, sino en su capacidad de evitar un crecimiento desbordado en el costo de la vivienda nueva y usada, así como en los precios de arriendo, que afectan directamente el acceso a un hogar digno para miles de familias. 

Contrario a lo que sucede en Barranquilla y su área metropolitana, la dinámica de venta de vivienda se ha visto impactada en 2024 por la inflación y otras presiones a los ingresos de los colombianos, además de la reducción en la oferta de proyectos inmobiliarios.

De acuerdo con los datos de La Galería Inmobiliaria, a agosto de 2024 en Colombia la vivienda de interés social (VIS) mostró un crecimiento del 30,9% en ventas en comparación con el año anterior, mientras que el segmento No VIS ha crecido apenas un 5,1%, reflejando la cautela de los compradores y el impacto de factores macroeconómicos en la decisión de adquisición de vivienda nueva.